La impresión en 3D en el sector industrial está revolucionando la forma de generar nuevos productos mediante la reducción de costos y tiempos de producción, permitiendo mayor capacidad de producción y aumento de la competitividad.

El impacto de la impresión 3D en los próximos 10 años, según análisis y proyecciones internacionales de grandes compañías como DHL, el informe de Gartner «Forecast: 3D Printers, Worldwide», estaría redefiniendo las cadenas globales de valor y planteando desafíos al comercio, especialmente internacional. La incorporación de los sistemas de información y comunicación, dispositivos digitales y control sistematizado a los procesos de manufactura, han transformado las plantas industriales en unidades productivas de alta tecnología y poder de automatización, con consecuencias sobre la logística, el comercio, el transporte de mercancías y desafía el alcance de las actuales regulaciones de comercio. Por lo tanto, la disminución de costos en la producción y la cadena logística se reducirán progresivamente con el uso creciente de esta tecnología.

Gracias a este adelanto tecnológico ya hay grandes desarrollos en sectores como la salud y la biomedicina y se espera que próximamente otros sectores como el aeroespacial, metalmecánico, químico, autopartes sean seguramente los más desarrollados en su aplicación.