Con una inversión de 25 mil millones de pesos para ejecutar dichas obras, la Contraloría está alertando riesgos en los contratos desde la fase de ejecución y extensas prorrogas que han generado incumplimiento en 4 hospitales del país.
Dos centros médicos están en la lupa por su costo de $17 mil millones y los restantes por adecuaciones atrasadas.
El primer riesgo fue hallado en el Hospital de Villa Rica, en Cauca donde el contrato de $7 mil millones para obra, está suspendido transcurrido más de la mitad del tiempo dispuesto. La construcción del Hospital Santa Ana de Muzo, en Boyacá avaluado en más de $ 10 mil millones, tiene solo 3 % de ejecutado y extensas prorrogas de cumplimiento.
Por otra parte, en el Hospital La Samaritana en Bogotá, la Contraloría encontró la obra suspendida porque no se han implementado los protocolos por el COVID-19. El desfase de esa obra es del 73% y completa más de 130 días entre suspensiones y prorrogas. Mientras que el Hospital Regional Norte en Norte de Santander, ya casi completa la mitad del contrato, pero el avance de la adecuación apenas va en el 8 %.