5.451 empresas se crearon en el Atlántico en el primer trimestre de 2021, un 34% más que 2020 y un 25% más que 2019, durante el mismo período, de acuerdo con registros de la Cámara de Comercio de Barranquilla. De estas nuevas unidades productivas, 5.418 (99,39%) son microempresas, 28 (0,51%) son pequeñas, 4 (0,07%) medianas y una (0,02%) está catalogada como grande.
El comercio fue el sector de mayor dinamismo con 2.326 empresas creadas entre enero y marzo del año en curso, lo cual representa un 35% más que el 2020 y un 29% con respecto a 2019. En segunda instancia está el sector industrial, en el que se crearon 589 empresas, representando así un 43% más que el 2020 y un 8% más que 2019.
La mayor proporción de las unidades productivas creadas corresponde a personas naturales con el 68.1%. En total se registraron como empresas 3.712 personas naturales en los tres primeros meses de 2021, un 39% más que el año anterior durante en el mismo período cuando lo hicieron 2.671. El 31,9% de las empresas creadas corresponde a sociedades con 1.739. Ello representa una variación positiva del 24% al pasar de 1.405 en 2020 a 1.739 en 2021.
En la dinámica de este primer trimestre del año se observa un comportamiento interesante en cuatro actividades de negocio muy puntuales: restaurantes, farmacias, confección de prendas de vestir, y comercio de computadores y venta de celulares.
La creación de restaurantes se incrementó en un 25% con respecto a 2020, y en un 31%, con relación a 2019. En cuanto las farmacias el aumento fue del 91% con respecto a 2020 y del 69% con el 2019. La creación de empresas de confección de prendas de vestir creció un 75% con respecto a 2020 y un 62% con respecto a 2021. Otra de las actividades que tuvo un comportamiento muy interesante fue el comercio de computadores, programas de computación y celulares, el cual se incrementó un 41% con respecto al 2020 y un 43% con respecto al 2019.
“Estos comportamientos están basados en la expectativa de la recuperación económica y en el hecho de que algunos negocios que emergieron durante los periodos de confinamiento decidieron ser formales y registrarse. Ese es el caso, por ejemplo, de los servicios a domicilio de comidas, la confección de tapabocas, y el uso de computadores, tabletas y celulares, para atender la exigencia de la virtualidad como el teletrabajo y las clases virtuales», explicó Manuel Fernández Ariza, presidente ejecutivo de la CCB.
